Observatorio de Género del Valle del Cauca
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Conceptos Básicos

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A
ACCESO A SERVICIOS
El acceso a servicios es un concepto que se refiere a la medición de la obtención efectiva de servicios en términos de salud, calidad de vida o servicios básicos, esto depende de la medición que se esté realizando. En este sentido la medi­ción se realiza de acuerdo con tres datos cuantitativos: la cantidad de personas que requieren el servicio (el total de la población que se supone debe recibir el servicio), las personas que efectivamente acceden al mismo y las que no. El acceso a servicios permite la medición de distintos indicadores de desarrollo.
ACCESO AL PODER ESTATAL
El acceso al poder estatal es la capacidad que tiene un individuo, una comunidad, u otro actor social de acceder a las instituciones del gobierno por medio del ejercicio de sus derechos a través de canales formales e informales de acción. En el caso de Colombia el acceso tanto a participar como a exigirle a los poderes judicial, ejecutivo y legislativo a nivel local, regional y nacional. Esto puede ser por medio de la participación electoral, participación política en partidos políti­cos, juntas de acción comunal o la candidatura, u otros medios que hace parte de la organización y dinámica política de la sociedad.
AUTONOMIA“La capacidad de las personas para tomar decisiones libres e informadas sobre sus vidas, de manera de poder ser y hacer en función de sus propias aspiracio­nes y deseos en el contexto histórico que las hace posibles” (Observatorio de igualdad de género de América Latina y el Caribe (OIG). Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2011, pág. 9)
AUTONOMÍA DE LAS MUJERES
La antropóloga Marcela Lagarde (1997) plantea que la autonomía es el poder que se tiene sobre nuestras decisiones y es algo que constantemente se tienen que construir y defender, dado que no está dado plenamente. En esta medida, la autonomía de las mujeres se relaciona directamente con cómo se construye la libertad de acción y ser desde la experiencia de cada una. Para esta pensadora, “la autonomía es parte de la estrategia de lucha de las mujeres en el mundo” (Lagarde, 1997, pág. 4)
AUTONOMÍA FÍSICA
La autonomía física es el acceso a conocimiento y la capacidad de decisión que tienen las mujeres sobre sus cuerpos incluyendo la toma de decisiones sobre su sexualidad, salud y sus derechos reproductivos. Asimismo, es la capacidad de la mujer de asumir su cuerpo como propio y no como un objeto que es propiedad de otro. Esto tiene que ver con el conocimiento jurídico e institucional de las me­didas que garantizan su protección física, previniendo la violencia de género. En diferentes instrumentos internacionales se encuentra planteada la importancia del mismo: el Consenso de Quito, y la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, y la Estrategia de Montevideo
AUTONOMIA POLITICA
La autonomía política, tiene que ver con lo que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe -CEPAL- define como la autonomía en la toma de decisiones, lo cual es la capacidad de acceso a las diferentes instancias políti­cas estatales y demás medidas administrativas, legislativas, ejecutivas, judicial y financieras en pro de la participación plena de las mujeres, el goce efectivo de sus derechos y la garantía de la igualdad de condiciones. Esta autonomía se encuentra planteada en varios instrumentos internacionales como: el Consenso de Brasilia, la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, y la Estrategia de Montevideo.

A esto se le debe agregar el desarrollo del buen uso de los derechos cívicos y el conocimiento de los deberes ciudadanos, como la participación política convencional y no convencional. Esto se refiere participar en elecciones, en campañas políticas o firmar derechos de petición, como también otros medios menos convencionales como son la participación en protestas, demostraciones políticas u otros medios de participación. Así se puede comprender que esta au­tonomía atraviesa todas las esferas de la vida y también tiene que ver con la ca­pacidad de toma de decisiones que tienen las mujeres en sus ámbitos privados. Igualmente tiene que ver con el poder de autodeterminación y autogestión que tienen las mujeres. Por tanto, la autonomía política se ejerce a nivel doméstico, privado, comunitario, local, regional y nacional.
AUTONOMIA SOCIOECONOMICA
La autonomía socioeconómica es un concepto que consta del poder de toma de decisiones en diferentes dimensiones sociales y económicas. En cuanto a las dimensiones económicas, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe -CEPAL- la autonomía económica es la capacidad que tienen las mujeres de generar recursos e ingresos propios por medio del acceso al trabajo remunerado, adicionalmente esto debe incluir el acceso y tenencia de la tierra. Este acceso a trabajo remunerado debe darse en condiciones igualitarias con los hombres y parte de la participación en tiempo que hacen las mujeres a la economía. Además:

“ONU MUJERES se refiere al término empoderamiento económico de las muje­res, que incluye participación laboral, acceso a las oportunidades económicas y los activos tales como tierras y préstamos, así como la participación en la confor­mación de las políticas económicas y sociales.” (ILSB, S.F.)

A esta definición se le debe sumar la capacidad de manejo de los recursos y conocimiento del entorno financiero que tienen las mujeres, teniendo en cuenta el poder de uso, administración e inversión que tienen sobre los mismos. Adi­cionalmente, es el acceso al conocimiento jurídico e institucional de las medidas que garantizan sus derechos laborales, productivos y patrimoniales. A esto se le debe añadir la posibilidad de toma de decisiones en el hogar. Adicionalmen­te, esto se le debe añadir la autonomía para el acceso a la educación para su desarrollo personal, laboral y económico. Los instrumentos internacionales que se han referido a esta autonomía son: el Consenso de México, la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, y la Estrategia de Monte­video.
B
BRECHA SALARIAL DE GENERO
La brecha salarial de género es un indicador económico que evidencia las dife­rencias de ingresos salariales entre hombres y mujeres. Estas diferencias están marcadas por la comparación que se hace del salario entre hombres y mujeres frente a los mismos trabajos, misma experiencia profesional y nivel educativo. También, se hace a partir de la comparación de la media salarial entre hombres y mujeres.
C
CALIDAD DE VIDA
La calidad de vida se refiere a los factores que determinan las condiciones es­tructurales en que todas las personas viven, crecen y envejecen dentro de un contexto territorial determinado. En este sentido, la calidad de vida se ve afecta­da por el desarrollo de las autonomías que pueden contribuir a su mejoramien­to. Son entendidas desde los determinantes sociales y económicos de la salud establecidos por la Organización Mundial de la Salud -OMS.
CONDICIONES DEL HOGAR
Las condiciones del hogar corresponden a los distintos factores materiales e inmateriales que componen un entorno de personas con lazos consanguíneos, legales o religiosos que habitan en un hogar o espacio habitable. Las condicio­nes materiales se refieren a las condiciones que corresponden a una vivienda digna y las inmateriales las que corresponden al bienestar emocional y físico de los individuos que habitan en el hogar. Asimismo, esto tiene que ver con la composición de la estructura familiar que vive bajo el mismo techo, los roles que tiene cada individuo, como la distribución de relaciones entre los mismos que pueden ser equitativas, inequitativas, igualitarias o no, y de poder.
D
DESARROLLO SOCIAL
El desarrollo social se entiende como la suma de estrategias implementadas para generar acceso de todos los individuos a la seguridad alimentaria, la salud y una vida sana, el acceso sostenible a agua potable, la educación inclusiva y de calidad, la energía segura y asequible. Esto sumado a la búsqueda de ciudades y comunidades que promuevan el bienestar, la seguridad para toda la pobla­ción y la equidad de género a través del empoderamiento de mujeres y niñas. Con el propósito de poner fin a la pobreza entendida como: la exclusión social y política, la falta de alimento, la falta de vivienda digna, y el acceso a servicios básicos.

 
E
ECONOMIA DE CUIDADO
El artículo 2 de la Ley 1413 de 2010 define la economía del cuidado como:

“Hace referencia al trabajo no remunerado que se realiza en el hogar, relaciona­do con mantenimiento de la vivienda, los cuidados a otras personas del hogar o la comunidad y el mantenimiento de la fuerza de trabajo remunerado. Esta ca­tegoría de trabajo es de fundamental importancia económica en una sociedad.” (El Congreso de Colombia, 2010)

En esta medida la economía del cuidado responde precisamente a todas estas actividades de cuidado de otros que no están remuneradas, pero que contri­buyen a la economía de una sociedad, dado que es una fuerza de trabajo que sostiene la economía de un país por medio de la crianza de los menores, del cuidado de los adultos mayores y el cuidado del hogar.

 
EDUCACION
La educación es comprendida como un proceso de formación pedagógico para el desarrollo cognitivo, intelectual y técnico de los individuos. Se da en distin­tos procesos de acuerdo con distintos niveles y tipos de aprendizaje. Se puede diferenciar entre la educación formal y la informal, teniendo en cuenta que la formal es la educación institucionalizada que se imparte en la sociedad a través de la sistematización y construcción de estándares de acuerdo con un proceso de etapas de aprendizaje: prescolar, primaria, secundaria, y educación técnica y superior. Educación informal son los procesos pedagógicos y educativos que esperan desarrollar herramientas de diferente índole para los individuos.
EMPODERAMIENTO
El empoderamiento tiene que ver con el proceso que desarrolla la capacidad de fortalecerse o fortalecer a otro individuo o grupo que se encuentra en con­diciones de desigualdad e inequitativas, como también los logros alcanzados por dicho proceso. Está estrechamente relacionado con la autonomía, debido a que por medio del desarrollo de autonomías es que se logra dar capacidad de acción, de decisión y fortaleza.
EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES
El empoderamiento de las mujeres está relacionado directamente con el proce­so y trabajo para disminuir las desigualdades entre hombres y mujeres, así como generar mayor equidad para las mujeres en las diferentes esferas de la vida so­cial. En palabras de la socióloga Irene Regina Casique Rodríguez:

“el empoderamiento de las mujeres es entendido como el proceso -y el resul­tado del proceso- de desafío y cambio de dichas inequidades de género y de las desigualdades en la distribución de poder asociadas a ellas. El empode­ramiento, por definición, debe proporcionar acceso y control de los recursos necesarios y poder, de tal manera que las mujeres puedan tomar decisiones informadas y adquirir control sobre sus propias vidas (Kishor, 2000). Por tanto, es razonable esperar que las mujeres más empoderadas estén en una mejor po­sición que aquellas mujeres con menor empoderamiento para rechazar y evitar la violencia hacia ellas.” (Casique, 2008, pág. 195)

El empoderamiento es un concepto mencionado en la Plataforma De Beijín, CE­DAW, Belén do Para y en los 7 Principios del Empoderamiento de ONU Mujeres.
ENFOQUE DE GENERO
El enfoque de género es parte del enfoque diferencial. Este tiene como objetivo evidenciar las diferencias entre hombres y mujeres, así como incidir en las accio­nes para prevenir o disminuir la desigualdad e inequidad.
ENFOQUE DIFERENCIAL
El enfoque diferencial tiene dos objetivos. En primer lugar, es un método de análisis que busca caracterizar y visibilizar en las herramientas de recolección de información, así como en las de análisis de datos, a los grupos minoritarios y/o discriminados. Tiene como objetivo hacer énfasis en las condiciones que dife­rencian los contextos de cada grupo y permitir un análisis comparativo.

En segundo lugar, el enfoque diferencial busca ser un marco conceptual y meto­dológico para el accionar de las políticas públicas, legislatura y demás acciones que direccione las mismas para crear soluciones, alternativas o mecanismos de inclusión, empoderamiento, igualdad y equidad.
ENTORNO FINANCIERO
El entorno financiero se refiere al acceso, utilización y condiciones para que los individuos, comunidades y países se relacionen con los distintos actores comer­ciales, empresariales, monetarios y laborales que hacen parte de su entorno.
G
GENERO
Corresponde a las acciones, identidades y comportamientos sociales que ma­nifiestan roles construidos socialmente que se atribuyen a lo femenino o a lo masculino. Sin embargo, lo femenino y lo masculino no debe entenderse como roles opuestos. De acuerdo con Judith Butler (1999), el género debe entender­se como comportamientos que parten de performatividades y formaciones de poder que se construyen socialmente y han sido naturalizadas:

“una performatividad sutil y políticamente impuesta, el género es un «acto», por así́ decirlo, que está abierto a divisiones, a la parodia y crítica de uno mismo o una misma y a las exhibiciones hiperbólicas de «lo natural» que, en su misma exageración, muestran su situación fundamentalmente fantasmática.” (Butler, 2007 (1999), pág. 285)
I
INNOVACION SOCIAL
La innovación social es el proceso de crear estrategias, acciones y herramientas técnicas e investigativas novedosas que generen transformaciones sociales y soluciones a problemáticas sociales, con el fin de beneficiar e incluir a las comu­nidades, los territorios y a la ciudadanía en general.
INTEGRIDAD FISICA
La integridad física es un derecho fundamental que corresponde a el bienestar físico del individuo y la garantía de protección del sujeto de cualquier tipo de violencia o acto que atente contra él esta.
INTEGRIDAD MORAL
La integridad moral es un derecho fundamental que corresponde a la capaci­dad de decisión autónoma del individuo y a la garantía de protección del sujeto de cualquier tipo de violencia o acto que atente contra esta.
INTEGRIDAD PSIQUICA
La integridad psíquica es un derecho fundamental que corresponde al bienes­tar psicológico del individuo y la garantía de protección del sujeto de cualquier tipo de violencia o acto que atente contra el mismo.
M
MERCADO LABORAL
El mercado laboral es la convergencia de oferta y demanda laboral. Este está compuesto por los individuos que tienen capacidad y disposición para trabajar, es decir que dan oferta de trabajo, y los demandantes de trabajo ya sea que pertenezcan a la esfera pública o privada generando una posible vinculación ya sea laboral o a través de la implementación de un contrato.

 

O
ORIENTACION SEXUAL

La orientación sexual es una categoría que clasifica a las personas de acuerdo con el género del sujeto de deseo, es decir de acuerdo con los intereses román­ticos, sexuales y/o eróticos. Hay diferentes clasificaciones, ya que las mismas son construcciones sociales y culturales en continuo cambio. Homosexual se refiere a las personas que les interesan personas de su mismo sexo, heterosexual a quien les interesan personas de sexo diferente y bisexual se interesa por perso­nas de su mismo sexo como del sexo opuesto. Asimismo, hay categorías como pansexual o asexual que también expresan formas de orientación sexual, el pri­mero definido como la atracción hacia cualquier individuo independiente de su sexo y el segundo como los individuos que no sienten deseos sexuales o eróticos hacia otros.

P
PARTICIPACIÓN CIUDADANA
La participación ciudadana se relaciona con la capacidad de acción, participa­ción o intervención que tienen los ciudadanos para incidir en política pública, planes de acción, o demás decisiones en torno a la proyección, inversión de recursos y desarrollo de sus comunidades por medio de mecanismos formales e informales de participación política. Esto puede ser desde la esfera pública y la privada, desde el voto, asistencia a juntas de acción comunal, hasta la asistencia a protestas.
PARTICIPACIÓN PUBLICA
La participación pública tiene que ver con la que se da en la esfera pública de la sociedad para incidir en la comunidad. Tiene que ver con la capacidad de participación que se da en los espacios considerados comunitarios y colectivos, así como por medio de mecanismos políticos formales e informales que sean de conocimiento público o que tengan un lugar en el espacio público
PODERIO
La antropóloga Marcela Lagarde (1997) define el poderío como el conjunto de poderes positivos que las mujeres pueden desarrollar para vivir.
PROYECCIÓN ACADÉMICA
Proyección académica es la posibilidad de visualizar un recorrido de formación académica en el futuro por medio de los recursos, conocimientos y accesos edu­cativos, sociales, económicos y financieros que se tienen en el presente. Asimis­mo, son las posibilidades probabilísticas que se tiene de continuar la educación a partir de las condiciones mencionadas anteriormente.

 
S
SALUD
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud – OMS- “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (OMS, 1946)
SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA
De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas – UNFPA-10 la salud sexual y reproductiva es el bienestar físico, mental y social en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, como también el goce ple­no de vida sexual libre, sin riesgos y sin violencia. Asimismo, tiene que ver con la libertad de procrear si se desea o tener la libertad de no hacerlo, teniendo la capacidad de decidir cuándo, cómo y la frecuencia. En esta medida para tener salud es necesario el acceso a información y métodos de anticoncepción que permitan la toma de decisiones.
SEXO
Sexo se refiere a la categorización social que se les atribuye a los cuerpos de acuerdo con características biológicas como son las dadas por un órgano se­xuado, como también características hormonales. Son tres las categorías que se agrupan por sexo: mujer, hombre e intersexual. Mujer corresponde los sujetos nacidos con vagina y características biológicas femeninas, hombre a los nacidos con pene y con características biológicas masculinas, e intersexual son personas que pueden tener características biológicas mixtas.

Sin embargo, aunque la definición parta de características biológicas, es primor­dial tener en cuenta que esta distinción parte de una construcción binaria del conocimiento, por lo cual en este documento partiremos de que “la categoría de sexo es una categoría política que funda la sociedad en cuanto heterosexual. En este sentido, no se trata de una cuestión de ser, sino de relaciones (ya que las «mujeres» y los «hombres» son el resultado de relaciones)” (Wittig, 2006 (1992), pág. 24).
SEXO SOCIAL
El sexo social parte de considerar que tanto la construcción discursiva del sexo como el género son relaciones de poder. En esta medida, el sexo social parte de las intersecciones sociales, económicas y culturales entre los sujetos que se determinan por la construcción binaria de la categoría sexo y género. En pala­bras de la pensadora francesa Nicole Claude Mathieu: “La noción de sexo es la organización mental de ideas (representaciones, mitos, utopías, etc.: el sexo «concebido») y de prácticas (relaciones sociales entre los sexos: el sexo «actua­do»), a menudo contradictorias.” (Mathieu, 2005 (1989), pág. 131)
T
TECHOS DE CRISTAL
Es una expresión que tienen origen en el feminismo de los años 80, el cual tam­bién viene acompañado de la expresión paredes de cristal. Esto se refiere al espacio de actividades y lugares de poder a los que pueden acceder las muje­res de acuerdo con el campo social y los estereotipos culturales existentes. En esta medida, este término reconoce las limitaciones que viven las mujeres en el momento de acceder a espacios políticos y laborales de poder por su género y sexo.

En palabras de María Emma Wills Obregón (2004), los techos y las paredes de cristal son:

“Impedimentos que provienen de supuestos culturales que asocian a las muje­res a ciertas tareas como el cuidado de los otros (cartera de salud) o el manteni­miento de valores (ministerios de cultura y educación), y que les hacen mucho más difícil y casi imposible el arribo a cargos de decisión en áreas consideradas exclusivo terreno masculino (defensa, el más obvio, pero también hacienda, mi­nas y desarrollo).” (Wills Obregón, 2004, pág. 115)
V
VIOLENCIA DE GENERO Y CONTRA LA MUJER
La violencia es comprendida como cualquier acción en donde por medio de actos deliberados se hace daño físico, mental, material, patrimonial o simbólico a otro sujeto individual o colectivo. Asimismo, pueden ser actos inconscientes pero que se encuentran sumidos en una estructura de poder jerárquica que somete al otro.

En esta medida: “la «violencia» puede abarcar desde las experiencias más íntimas e individua­les de la violación sexual (más frecuentemente femenina) hasta los contextos esencialmente públicos y colectivos de la guerra (de mayor compromiso directo masculino). No obstante, su diversidad de formas, contextos y significados, estas violencias comparten un elemento común: la destrucción (de bienes, de cuer­pos, de identidades, de relaciones, de procesos sociales), aunque sus efectos corrosivos sean socialmente más reconocibles y reconocidos cuanto más dis­tantes del espacio privado y de las relaciones domésticas. Así, en relación con el género, los imaginarios colectivos tienden a asociar la violencia pública-política con el mundo masculino, mientras que la violencia que involucra a la mujer se restringe al ámbito doméstico o, en contextos extra-domésticos, casi exclusiva­mente al hostigamiento sexual.” (Segura Escobar & Meertens, 1997, pág. 2)

Por esto mismo, la violencia contra la mujer y de género es entendida a partir de una violencia que se ejerce con un grupo en particular en razón de su género o sexo y que la sitúa en una relación de sometimiento frente a otro grupo. En el caso de la mujer, por las condiciones sociales, económicas y políticas que sitúa a las mujeres en contextos de vulnerabilidad y opresión. Es importante tener en cuenta que además de acciones concretas se puede plantear la violencia contra la mujer como una estructura que hace constante y sistematiza las relaciones de opresión y subordinación frente a los hombres.

En esta medida se comparte una perspectiva de la violencia ampliada, en don­de: “no solo se limitaba a la esfera doméstica e intrafamiliar, sino que fue rela­cionada al racismo institucionalizado y estructural que afectaba a mujeres en el ámbito del trabajo, que las colocaba en los mayores porcentajes del mercado informal y en trabajos menos valorados social y económicamente, como el tra­bajo doméstico, así como la violencia racial que se manifiesta en la esfera públi­ca (…)” (Curiel, 2013, pág. 215).